jueves, 26 de abril de 2012

Como cuidar su proyector. El humo, el polvo y la durabilidad.

Hay en el aire algunas partículas que flotan en suspenso. Nosotros las respiramos, y el proyector, al ventilarse durante su período de funcionamiento también.
Existen en el proyector filtros de aire estratégicamente ubicados, que retienen el polvo impidiendo su ingreso al equipo. Estos filtros requieren atención esporádicamente para limpiarlos y así quitar obstrucciones en las entradas de aire. Algunos equipos tienen un sistema que nos recuerda limpiar los filtros de acuerdo al tiempo de uso del proyector.
Si los filtros no se limpian, se obstruyen y la ventilación del proyector se ve perjudicada.
Cuando el proyector detecta un aumento de la temperatura interna aumenta la velocidad de los ventiladores, esto produce un aumento de la succión en las entradas de aire, y el desprendimiento del polvo retenido en los filtros hacia el interior del equipo.
Dentro de equipo el polvo se adhiere a las partes del circuito óptico, y al tratarse de partículas opacas, retienen la luz disminuyendo el rendimiento del equipo.
El humo en cambio no es retenido por los filtros y, una vez dentro del equipo se adhiere a las superficies del circuito óptico, donde provoca el inicio de un ciclo perjudicial para la calidad de imagen y la integridad del conjunto.
Dentro de la lampara, la temperatura es de varios centenares de grados.
La luz generada, va acompañada por una gran cantidad de calor irradiado que es retenido por los elementos opacos depositados en el circuito óptico. Esto produce un aumento de la temperatura dentro del sistema lo que favorece la degradación de las partes, deteriora la imagen final, y acelera el proceso descripto de adherencias opacas en el circuito óptico.
El deterioro en la calidad de imagen se percibe generalmente como zonas de la proyección en donde las imágenes blancas se ven levemente manchadas en amarillo, rosado y/o celeste; y en las imágenes oscuras o negras se observan zonas manchadas de color levemente verdoso, azulado o rojizo.
Con el correr del tiempo las consecuencias perjudiciales de este proceso progresan a mayor velocidad, es por eso que ante el menor indicio de degradación de la imagen, es necesario revisar el proyector antes de que este proceso se vuelva irreversible.

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